lunes, 27 de diciembre de 2010

180º

Bueno, se va este 2010, cargadísimo de sentimientos y sensaciones encontradas. Agradezco que se vaya, la balanza titubea para qué lado definir su quietud, y no me convence. Si bien hay que valorar lo que uno tiene, en sentido amplio, también hay que pensar qué quiere uno, y qué consiguió en el período donde delineó sus objetivos. Si nos ponemos a escudriñar dentro de la maleza de lo que dejó el año, se verán cosas, momentos y personajes importantes, de los cuales se debe aprender y aprehender experiencias vividas para luego no volver a tropezar con la misma piedra, ya que un tropezón no es caída, pero dos... es un porrazo. De todas formas, doy fe que algún tropezón se siente (no huele, mal pensados) a porrazo, y es de donde más cuesta levantarse, en lo personal. Dicen que los músicos viven sus vidas de una forma muy intensa. Será que tendré espíritu de ellos, ya que oído no tengo ni para tocar el timbre... En la vida todo tiene su precio, todo. Un trabajo, un auto, una enfermedad, una vida e, inclusive, la soledad. “Y cuánto habrás pagado por el precio de tu sombra” narra un maestro Rocker, pregunta retórica acertada si las hay...
Muchos cambios. Laborales, sentimentales, personales, familiares... un giro de 180º positivo y... ¿negativo?. Escuché que los momentos, las situaciones que nos atormentan, en realidad, son aprendizajes y hay que aprender a verlos desde el lado positivo. Sería excelente que este 2011 que se avecina me depare menos aprendizaje y un poco más de tranquilidad, un año sabático en cuanto a eso, por qué no!
Se va un año muy bueno en algunos tramos y malo por otros. Brindo, pero no por toda la boludez que siempre nos deseamos cual discurso político, rayando un fucking disco que jamás se cumple y, menos, viviendo en este país. Lo hago augurando que cada uno de nosotros encuentre su centro, su equilibrio, y si existe la posibilidad de hacerlo teniendo en cuenta a otra persona también, sería óptimo. Aunque ésos lujos, en este lugar, tampoco existen.
Bánquense a sus tías gritar, a sus madres importunarlos, a sus primos hablar de minas pero sobre todo, si pueden, elijan a alguien con quien compartir una birrita mirando el cielo, tranquilos, allá por la 1 A.M. cuando el furor terminó. Eso sí, si escabian mucho no saquen el auto, que hay alguien como yo que quiere seguir vivo.

Buena vida.-

1 comentario:

  1. Te robo la frase "se debe aprender y aprehender experiencias vividas para luego no volver a tropezar con la misma piedra"

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